Túnel del Tarso Diagnosticado como Sesamoiditis.

Con el paso de los días el dolor no cesaba y casi ya no podía apoyar el pie, comencé a cojear. Visité a distintos especialistas en traumatología, me hicieron radiografías y varias resonancias, pero no terminaban de encontrar nada. Me mandaban reposo, analgésicos e incluso unas plantillas especiales. Pasaban las semanas y no encontraba solución. Dejé de poder usar calzado y me compré un zapato ortopédico que yo misma tuve que modificar para poder seguir caminando y yendo al trabajo.

Continué visitando especialistas sin mucho éxito. Llegaron incluso a decirme que podría ser un dolor psicosomático.

Una mañana, mi madre escuchó por la radio hablar del doctor Iborra y enseguida me llamó para decirme que había que acudir a él. Buscamos donde podíamos encontrarlo y concertamos una cita.

A finales de mayo, después de meses cojeando, con muletas y totalmente desesperada, fui por fin a la clínica Avanfi. En la segunda visita ya tenía un diagnóstico. ¡Ojalá la hubiese descubierto antes! El doctor Iborra debía operarme, pues tenía un nervio comprimido y había que liberarlo. Se trataba del túnel del tarso. Estaba muy asustada por tener que pasar por el quirófano. ¡Me aterraba! Pero sabía que estaba en las mejores manos. Álvaro fue muy comprensivo y cercano conmigo. Tanto él como todo su equipo me apoyaron mucho y fueron muy atentos. Me operé en junio del 2024 y todo salió muy bien. Me recuperé por completo a los pocos meses de esta neuropatía o atrapamiento nervioso.

Este verano he podido volver a viajar, pasear descalza por la playa e incluso hacer deporte. Estaré siempre agradecida al doctor Álvaro Iborra y a todo su equipo. Tanto el trato como todo el seguimiento hasta la recuperación han sido inmejorables.

¡Gracias por hacer que pueda volver a llevar una vida normal!

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