Enfermedad de Sudeck o Síndrome de Dolor Regional Complejo: Diagnóstico y tratamiento especializado
Hablamos en este artículo de la enfermedad de Sudek o síndrome regional complejo doloroso (SRDC). Una patología de difícil entendimiento incluso para los médicos. Si bien cada vez entendemos más este trastorno, desgraciadamente aun necesitamos saber más para poder ayudar a pacientes que sufren esta enfermedad.
¿Qué es la Enfermedad de Sudeck?
La enfermedad de Sudeck, actualmente conocida como síndrome regional complejo doloroso (SRDC), es un trastorno neurológico de origen simpático.
Se caracteriza por una respuesta desproporcionada del sistema nervioso autónomo en la que el sistema simpático se hiperactiva, mientras que el parasimpático se inhibe. Se rompe así el equilibrio que permite al cuerpo funcionar con normalidad.
Y es que, para que el cuerpo humano trabaje de manera armónica y correcta, ha de existir un equilibrio entre el funcionamiento del sistema nervioso simpático y parasimpático.
El SRDC suele desencadenarse tras una lesión, intervención quirúrgica o inmovilización, especialmente en extremidades como manos o pies, incluso cuando el daño físico parece menor. Esta alteración genera un dolor persistente, inflamación, cambios tróficos, coloración de la piel, alteraciones en la vascularización y sudoración de la zona afectada.
Este trastorno es más habitual en las extremidades, como las manos o los pies, y suele generarse cuando ha habido una lesión que implica algún daño en algún nervio periférico.
¿Por qué se produce esta enfermedad?
No se conoce una causa única. Se considera una patología multifactorial, con factores que incluyen:
💠 Lesiones traumáticas (esguinces, fracturas, cirugías)
💠 Compresión o lesión de nervios periféricos
💠 Inmovilización prolongada de una extremidad
💠 Factores psiconeurológicos (estrés, ansiedad, predisposición genética)
💠 Trastornos inmunológicos o inflamatorios
🔬 Algunos estudios relacionan el SRDC con una disfunción de los mecanismos de modulación del dolor a nivel central, lo que amplifica la percepción del dolor ante estímulos mínimos.
¿Qué síntomas provoca el síndrome de Sudeck?
Los síntomas varían en intensidad, pero suelen incluir:
🔸 Dolor intenso, persistente y desproporcionado, incluso ante estímulos leves (alodinia) y que no desaparece. El paciente refiere dolor intenso las 24 horas del día; intensificándose con la marcha o la bipedestación estática
🔸 Cambios de temperatura en la piel (frío o calor espontáneo y de manera descontrolada)
🔸 Alteraciones del color de la piel, con tendencia a tonos azulados, violáceos o pálidos. Como si le faltara riego sanguíneo.
🔸 Sudoración excesiva (hiperhidrosis) en la extremidad afectada
🔸 Cambios en la textura de la piel y morfología de uñas
🔸 Hipersensibilidad y rigidez articular
🔸 Atrofia muscular y pérdida de movilidad
🔸 Edema o inflamación persistente
📍 En el caso de los pies, el dolor suele agravarse al caminar o al mantenerse en pie, dificultando la vida diaria del paciente.

Tipos de SRDC según la IASP.
Atendieno a la clasificación de la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP), distinguimos:
- Tipo I (clásico): sin daño nervioso identificable
- Tipo II (causalgia): con lesión demostrada de un nervio periférico
👉 El diagnóstico diferencial entre ambos es clave para definir el tratamiento adecuado.

Diagnóstico clínico del SRDC.
El diagnóstico del SRDC es fundamentalmente clínico y se basa en los criterios de Budapest:
🔹 Dolor continuo no proporcional al evento inicial.
🔹 Presencia de síntomas en al menos tres de cuatro categorías:
🔹 Sensorial (hiperalgesia, alodinia)
🔹 Vasomotora (coloración, temperatura)
🔹 Sudomotora/edema
🔹 Motora/trófica (rigidez, cambios en uñas/piel)
🔹 Signos observados clínicamente en al menos dos de esas categorías.
🔹 Exclusión de otros diagnósticos.
Pruebas complementarias.
En ocasiones las pruebas de imagen nos pueden ayudar a diagnosticar un Sudeck
» Gammagrafía ósea: puede mostrar captación en fases iniciales.
» Resonancia magnética: útil para descartar otras lesiones o detectar signos compatibles con un Sudeck
» Electromiografía: en casos con sospecha de daño nervioso periférico.
ℹ️ Es fundamental descartar otras causas de dolor neuropático antes de confirmar el diagnóstico de SRDC.
Reflexión clínica sobre la enfermedad de Sudeck: ¿se diagnostica demasiado rápido?
El diagnóstico de síndrome de Sudeck no debe tomarse a la ligera. Llevo muchos años tratando dolor neuropático, en concreto pacientes desahuciados sin un diagnóstico. Pacientes que llegan tras múltiples tratamientos fallidos, operados múltiples veces sin un resultado deseado… Y cuando el especialista ya no sabe que ocurre, determina que es un Sudeck, no siendo siempre este el diagnóstico correcto.
👉 “Diagnosticar un Sudeck es una gran responsabilidad. Si no se está completamente seguro, al puede generar ansiedad y desesperanza en el paciente, agravando su estado emocional y físico.”
Hoy en día que cualquier persona tiene acceso a información en internet y si alguien hace una búsqueda en internet: enfermedad de Sudeck; se encontrará con imágenes catastróficas, porque, efectivamente, es una enfermedad compleja. Si uno ve ‘lo que le han diagnosticado’, sinceramente, se echaría a llorar. Es decir, puede llevar al paciente a un gran estado de ansiedad, depresión y alteraciones psicológicas que agravarán cualquier patología del paciente; sea o no Sudeck.
Por este motivo hago un llamamiento a todos los especialistas, que si hacen un diagnóstico de Sudeck estén muy seguros de ello.
💡 Es común encontrar falsos positivos: pacientes que en realidad presentan otras neuropatías, atrapamientos nerviosos o incluso alteraciones musculoesqueléticas no diagnosticadas correctamente.
Los falsos Sudeck.
Como decía antes, atiendo a muchos pacientes que vienen de todas partes de España y del mundo con patologías nerviosas que han sido tratados sin éxito.
Muchas veces, cuando los médicos no saben qué hacer con estos pacientes, acaban diagnosticándolos con la enfermedad de Sudeck.
En algunos casos, acertadamente pero, en la mayoría de los casos, no son un Sudeck. Al no saber lo que está ocurriendo, lo fácil es etiquetar al paciente en un síndrome regional complejo doloroso… Una patología que muchas veces es un cajón desastre.

Casos mal diagnosticados: el cajón desastre del síndrome de Sudeck
Una parte importante de los casos diagnosticados como SRDC no cumplen con los criterios diagnósticos y responden a otros problemas:
Sin embargo, en muchas ocasiones las patologías subyacentes son:
💠 Neuropatía de Baxter
💠 Síndrome del túnel tarsiano
💠 Síndromes miofasciales
💠 Fibromialgia localizada
💠 Neuralgias postquirúrgicas
Esto ha llevado a considerar al “Sudeck” como un cajón desastre diagnóstico, especialmente cuando los tratamientos no han funcionado y el paciente sigue con dolor.
Tratamiento del síndrome regional complejo doloroso
El enfoque debe ser multimodal y personalizado, combinando:
➡️ Tratamiento farmacológico:
Antineuríticos: pregabalina, gabapentina, etc
Antidepresivos tricíclicos (amitriptilina o duloxetina, entre otros)
Analgésicos
Corticoides en fases agudas
➡️ Fisioterapia progresiva:
Movilización pasiva y activa
Reeducación sensitiva
Hidroterapia
➡️ Bloqueos simpáticos:
Infiltraciones guiadas por ecografía para bloquear el dolor simpático
➡️ Bloqueos simpáticos:
Infiltraciones guiadas por ecografía para bloquear el dolor simpático
➡️ Neuromodulación:
Terapias como la estimulación eléctrica transcutánea (TENS)
Estimulación medular en casos severos
Estimuladores periféricos
➡️ Apoyo psicológico:
Terapias cognitivo-conductuales para manejar ansiedad, depresión y fobia al movimiento
🫸 La clave está en detectar precozmente el SRDC para evitar su cronificación.
¿Tiene cura la enfermedad de Sudeck o SRDC?
👉 La enfermedad de Sudeck o Síndrome Regional Complejo Doloroso (SRDC) no tiene una “cura” en el sentido estricto, pero sí puede remitir o controlarse eficazmente si se detecta y trata de manera precoz y adecuada.
¿Qué significa esto?
En fases iniciales, el SRDC puede resolverse por completo si se aplica un tratamiento multidisciplinar temprano: fisioterapia, analgesia, bloqueo simpático y soporte psicológico.
En casos avanzados o crónicos, el objetivo del tratamiento es mejorar la calidad de vida, reducir el dolor y restaurar la funcionalidad, aunque pueda persistir cierta sensibilidad o limitación.
📊 Estudios científicos indican que entre un 30% y un 80% de los pacientes pueden lograr una mejora funcional significativa con tratamiento adecuado (fuente: IASP, International Association for the Study of Pain).

¿Es reversible?
Sí, el SRDC puede ser reversible en sus fases tempranas, especialmente cuando el paciente participa activamente en su recuperación.
En los casos en que se cronifica, se puede conseguir un control del dolor y una reintegración funcional con terapias avanzadas como la neuromodulación, aunque no siempre se logra una curación completa.
Claves para mejorar el pronóstico
✅ Diagnóstico precoz y preciso
✅ Evitar inmovilización prolongada
✅ Tratamiento fisioterapéutico activo
✅ Atención psicológica y educación al paciente
✅ Evitar el miedo al movimiento (kinesiofobia)
👉 Cuanto más se retrase el diagnóstico y la intervención, más posibilidades hay de cronificación del dolor y de alteraciones funcionales duraderas.
✨ Testimonio real: Superar la Enfermedad de Sudeck y el síndrome del túnel tarsiano
Inmaculada: Soy fisioterapeuta y tengo 52 años. Mi historia comienza en octubre de 2023, cuando caminando sentí un dolor intenso, repentino y localizado en la planta del pie derecho. Una ecografía confirmó una rotura de la fascia plantar, y me pautaron reposo, descarga con muleta y fisioterapia. Sin embargo, no solo no mejoré, sino que el dolor se intensificaba con el paso de los días.
Al cabo de unas semanas, aparecieron nuevos síntomas: entumecimiento en todo el pie, coloración morada, sensación de frialdad y un dolor ardiente, punzante, especialmente en el arco plantar y la zona interna del pie. Cada vez me costaba más mantenerme en pie y caminar, y terminé utilizando dos muletas para poder desplazarme mínimamente.
A pesar de acudir a varios especialistas, no obtenía respuestas claras más allá del diagnóstico inicial. Solo un traumatólogo sugirió la posibilidad de una enfermedad de Sudeck (también conocida como síndrome de dolor regional complejo), algo que, como profesional sanitaria, sabía que podía complicarse enormemente. El dolor era constante, incluso en reposo, y solo sentía algo de alivio al elevar el pie.
🏥 Un diagnóstico certero y una solución clara
Desesperada, decidí investigar por mi cuenta hasta que encontré la clínica AVANFI. El 19 de febrero de 2024 tuve mi primera consulta con el Dr. Álvaro Iborra. Desde el primer momento me inspiró confianza. No quiso precipitarse con un diagnóstico sin antes realizar las pruebas necesarias. Me prescribió una resonancia magnética y un estudio neurofisiológico con la Dra. Vega, otra profesional excelente.
Finalmente, tuve un diagnóstico completo: además de la rotura de fascia plantar, sufría un síndrome del túnel tarsiano. Fue en ese momento cuando escuché lo que más necesitaba: una solución real. El doctor me explicó que el tratamiento indicado era una intervención quirúrgica ecoguiada y mínimamente invasiva para tratar ambas lesiones: la fascia y el atrapamiento del nervio.
Aunque me impresionó la idea de una recuperación larga —me adelantó que la regeneración del nervio podría tardar cerca de un año— no dudé en confiar en sus manos expertas.
🦶 Intervención y recuperación
El 5 de marzo me operé en el Hospital de La Zarzuela. La cirugía fue un éxito y ese mismo día salí caminando con muletas y un vendaje.
Pero al mes, comenzaron síntomas similares en el pie izquierdo. El nuevo estudio neurofisiológico confirmó el mismo diagnóstico: síndrome del túnel tarsiano también en ese lado. Aunque me afectó emocionalmente, ya sabía que estaba en buenas manos. El 29 de abril me sometí a la segunda intervención.
Desde entonces, he recorrido un camino lento pero esperanzador. Primero con dos muletas, luego con una y finalmente sin necesidad de apoyo. Cada revisión con el Dr. Iborra reafirmaba que estaba avanzando, aunque fuera despacio. Hubo momentos de frustración por la lentitud del proceso, pero nunca perdí la fe.
💪 Hoy, he recuperado mi vida
Ahora camino largas distancias y puedo permanecer de pie sin dolor. He vuelto a disfrutar de las actividades cotidianas y de mi profesión sin limitaciones.
Acudir a AVANFI y ponerme en manos del Dr. Iborra ha sido la mejor decisión. Gracias a su experiencia, precisión diagnóstica y humanidad, hoy puedo decir que he recuperado mi vida.

✨ Testimonio real: Después de años de dolor neuropático, recuperé la esperanza y mi calidad de vida
Hola, soy Mónica García y quiero compartir mi historia.
Hace más de diez años sufrí un ictus que me dejó secuelas importantes en el pie derecho. Desde entonces, he vivido con un dolor constante, presente las 24 horas del día. Un dolor neuropático que no daba tregua y que fue condicionando mi vida y la de mi entorno familiar y social.
Durante todos estos años, mi día a día ha sido una auténtica odisea de visitas médicas: neurólogos, traumatólogos, fisioterapeutas, rehabilitadores… Una lista interminable de profesionales que acababan diciéndome lo mismo:
🤕 “No sabemos qué hacer contigo”.
Imagina escuchar esa frase durante una década. La frustración, el desgaste emocional y la desesperanza se instalaron en mí y en las personas que me acompañaban.
En 2023, mi pie ya no aguantó más, y yo tampoco. Empecé de nuevo el camino de búsqueda, pero los resultados seguían siendo igual de frustrantes: tratamientos ineficaces y una medicación excesiva que solo me hundía más.
🛑 Cuando todo parecía perdido, encontré al Dr. Álvaro Iborra
Fue entonces cuando decidí buscar ayuda fuera de Asturias, mi tierra. Un día encontré un vídeo del Dr. Iborra, donde explicaba con claridad lo que yo llevaba años sintiendo: el tipo de dolor, los síntomas exactos y un tratamiento que por fin parecía tener sentido.
Me vi tan reflejada que rompí a llorar. Aquello fue un punto de inflexión. Por primera vez en años, sentí esperanza real.
Ese mismo día pedí cita y, en cuestión de semanas, viajé a Madrid cargada de ilusión. En consulta, el Dr. Iborra escuchó todo mi relato —lleno de años de dolor e incomprensión— con empatía y paciencia. Me indicó una prueba diagnóstica sencilla, ya que tenía una sospecha bastante clara. Fue la primera vez en muchos años que alguien me dijo algo que realmente encajaba con lo que vivía.
✨ Una cirugía para cambiar mi vida
Han pasado varias citas desde entonces. Mi pie llevaba demasiados años lesionado, y sabía que no iba a ser fácil. Pero lo mejor estaba por llegar: me operaron el nervio tibial y trataron otras lesiones asociadas.
La cirugía fue realizada por el Dr. Álvaro Iborra y el Dr. Manuel Villanueva, dos profesionales excepcionales.
Hoy, puedo decir con emoción que estoy casi recuperada. Ha sido un proceso largo, pero estoy en la recta final, caminando con seguridad y sin aquel dolor que me robó una década de vida.
❤️ Un equipo humano que marca la diferencia
No puedo más que agradecer infinitamente a todo el equipo de AVANFI:
Al Dr. Álvaro Iborra, mi ángel, por su trato humano, su precisión diagnóstica y su cercanía. Desde la primera cita nos hizo sentir que estábamos en las mejores manos.
Al Dr. Villanueva, por ser una maravilla. No solo un excelente cirujano, sino una persona extraordinaria.
A la Dra. Vega, por su trabajo imprescindible en el diagnóstico.
A María, por responder siempre con amabilidad a todas mis dudas y mantenerme informada.
Y por supuesto, a las chicas de recepción, siempre amables, siempre encantadoras.
Cada cita ha sido una mezcla de nervios, esperanza y confianza. Sé que aún me quedan pasos por dar, pero ahora los doy con fuerza y gratitud, porque este viaje ya no es de dolor, sino de recuperación.
¡Mil gracias!
Artículo escrito y verificado por el especialista en Dr. Álvaro Iborra y testimonios de pacientes.
Gracias por compartir: