DR. ÁLVARO IBORRA
Deformidad de Haglund. ¿Qué es? Síntomas y Diagnóstico Avanzado
Introducción: una lesión tan frecuente como infradiagnosticada.
La deformidad de Haglund es una de las causas más habituales de dolor en la parte posterior del talón en personas activas, deportistas y pacientes que usan calzado rígido con contrafuertes elevados. A pesar de su frecuencia, continúa siendo una lesión a menudo infradiagnosticada o confundida con otras patologías del tendón de Aquiles. Esto conduce a tratamientos tardíos, molestias persistentes e incluso a la cronificación del dolor.
La relevancia clínica de esta patología reside en tres aspectos fundamentales:
✔️ Su carácter mecánico: la morfología del talón condiciona directamente el roce y la irritación sobre el tendón de Aquiles o su inserción.
✔️ Su estrecha relación con la actividad física y el calzado.
✔️ La frecuente convivencia con otras lesiones, como la bursitis retrocalcánea y la inserción aquilea inflamatoria.
Este artículo ofrece una visión clínica y actualizada sobre la deformidad de Haglund, integrando anatomía funcional, mecanismos biomecánicos y criterios diagnósticos, con especial atención al uso de la ecografía musculoesquelética como herramienta de referencia en nuestra clínica.
El tratamiento conservador, así como la cirugía, se abordan exclusivamente en el segundo artículo:
🔗 👉 Tratamiento y cirugía de la deformidad de Haglund
¿Qué es
la Enfermedad de Haglund?
La enfermedad de Haglund, síndrome de Haglund o deformidad de Haglund es una prominencia ósea (exceso de hueso) localizada en la parte posterosuperior del calcáneo, justo en el punto donde el tendón de Aquiles se aproxima a su inserción. Se trata de una alteración morfológica que hace que el hueso adopte una curvatura más pronunciada o un “saliente” visible y palpable. Esta deformidad del hueso, esta protuberancia ósea en el talón; va a inflamar los tejidos circundantes provocando bursitis y tendinitis del tendón de Aquiles.
Esta prominencia ósea no es en sí misma una patología, pero sí puede generar una fricción constante entre el calcáneo y:
🔹 el tendón de Aquiles,
🔹 la bursa retrocalcánea,
🔹 el calzado rígido o alto,
🔹 y los tejidos blandos adyacentes.
Como resultado, aparece inflamación, dolor, engrosamiento tendinoso y molestias que limitan la marcha y el rendimiento deportivo.
La deformidad de Haglund fue descrita por primera vez a principios del siglo XX por Patrick Haglund y, desde entonces, se ha relacionado con actividades que implican repetición de carga, impacto o uso de determinados tipos de calzado (especialmente el calzado con contrafuerte rígido y elevado).
Anatomía y biomecánica: por qué una pequeña prominencia puede causar tanto dolor.
El calcáneo es el hueso que forma la parte posterior del talón y sirve como anclaje fundamental del tendón de Aquiles. La zona donde se desarrolla la deformidad de Haglund se sitúa justo por encima de la inserción del tendón, en una región clave donde confluyen fuerzas de tracción y compresión.
En condiciones normales, la curvatura posterosuperior del calcáneo permite que el tendón de Aquiles deslice de forma natural durante la marcha y la carrera. Cuando existe una prominencia ósea excesiva (deformidad de Haglund), el roce se incrementa en cada movimiento, generando una irritación mecánica que puede afectar:
💠 a la bursa retrocalcánea (situada entre el tendón y el hueso),
💠 a la bursa subcutánea (entre la piel y el calcáneo),
💠 y al tendón de Aquiles, especialmente en su porción insercional.
Este fenómeno explica por qué algunos pacientes desarrollan dolor con el simple uso de un calzado aparentemente normal, mientras que otros solo presentan molestias cuando corren, saltan o realizan actividades más exigentes.
Además, la morfología del retropié, los hábitos deportivos y las alteraciones biomecánicas (como el pie cavo con hiperpronación compensada o el pie varo) incrementan la fricción en esta región, favoreciendo la aparición y progresión de la enfermedad de Haglund.
Causas de la deformidad de Haglund.
Aunque actualmente el origen es desconocido, se han descrito factores predisponentes que pueden dar origen al síndrome de Haglund.
Algunos autores apuntan que se debe a una compresión externa del tendón de Aquiles contra el hueso provocando el crecimiento de la exostosis del calcáneo (tuberosidad posterior del calcáneo). Como consecuencia del aumento del óseo de la deformidad de Haglund, se produce una tendinitis del Aquiles y bursitis crónica.
En cualquier caso, se considera que la deformidad de Haglund no aparece por una única causa, sino por la combinación de factores anatómicos, mecánicos y funcionales.
Entre los factores predisponentes más frecuentes se encuentran:
➡️ Factores anatómicos y estructurales
- Talón con curvatura posterosuperior aumentada.
- Tendón de Aquiles “rectificado”, con menor arco de deslizamiento.
- Retropié varo, especialmente en corredores.
- Pie cavo o forma del calcáneo muy verticalizada.
- Factores hereditarios.
➡️ Factores biomecánicos
- Sobrecarga repetitiva del tendón de Aquiles.
- Alteraciones en la pisada (hiperpronación, varo compensado).
- Acortamiento del tríceps sural o del tendón de Aquiles.
- Acortamiento de gemelos
➡️ Factores externos
- Calzado con contrafuerte rígido o estrecho.
- Zapatillas deportivas con talón elevado o muy apretadas.
- Uso de calzado de seguridad, botas de montaña o tacones altos.
➡️ Factores deportivos
- Corredores de media y larga distancia.
- Deportistas que entrenan en superficies duras.
- Sobrecargas por aumento brusco de intensidad o kilometraje.
La coexistencia de estos factores explica por qué algunos pacientes desarrollan la lesión incluso con un Haglund discreto, mientras que otros con una prominencia notable pueden permanecer asintomáticos durante años.
Se deben descartar otras posibles enfermedades que ocasionan dolor en la zona posterior del talón, como es la Xantomatosis, mespondiloartropatias seronegativas, artritis gotosa y reumatoide.
Causas de la deformidad de Haglund.
Aunque actualmente el origen es desconocido, se han descrito factores predisponentes que pueden dar origen al síndrome de Haglund.
Algunos autores apuntan que se debe a una compresión externa del tendón de Aquiles contra el hueso provocando el crecimiento de la exostosis del calcáneo (tuberosidad posterior del calcáneo). Como consecuencia del aumento del óseo de la deformidad de Haglund, se produce una tendinitis del Aquiles y bursitis crónica.
En cualquier caso, se considera que la deformidad de Haglund no aparece por una única causa, sino por la combinación de factores anatómicos, mecánicos y funcionales.
Entre los factores predisponentes más frecuentes se encuentran:
➡️ Factores anatómicos y estructurales
- Talón con curvatura posterosuperior aumentada.
- Tendón de Aquiles “rectificado”, con menor arco de deslizamiento.
- Retropié varo, especialmente en corredores.
- Pie cavo o forma del calcáneo muy verticalizada.
- Factores hereditarios.
➡️ Factores biomecánicos
- Sobrecarga repetitiva del tendón de Aquiles.
- Alteraciones en la pisada (hiperpronación, varo compensado).
- Acortamiento del tríceps sural o del tendón de Aquiles.
- Acortamiento de gemelos
➡️ Factores externos
- Calzado con contrafuerte rígido o estrecho.
- Zapatillas deportivas con talón elevado o muy apretadas.
- Uso de calzado de seguridad, botas de montaña o tacones altos.
➡️ Factores deportivos
- Corredores de media y larga distancia.
- Deportistas que entrenan en superficies duras.
- Sobrecargas por aumento brusco de intensidad o kilometraje.
La coexistencia de estos factores explica por qué algunos pacientes desarrollan la lesión incluso con un Haglund discreto, mientras que otros con una prominencia notable pueden permanecer asintomáticos durante años.
Se deben descartar otras posibles enfermedades que ocasionan dolor en la zona posterior del talón, como es la Xantomatosis, mespondiloartropatias seronegativas, artritis gotosa y reumatoide.
Síntomas de la deformidad de Haglund.
El síntoma cardinal de la deformidad de Haglund es el dolor en la parte posterior del talón, que puede agravarse con el roce del calzado o con actividades que aumenten la tensión del tendón de Aquiles.
Visualmente, la principal manifestación clínica es que, externamente vamos a observar en la parte posterior del talón, un bulto; que es el que corresponde con la deformidad del hueso e inflamación del abus y del tendón de Aquiles en su inserción con el calcáneo
Otro signo interesante que podemos el desgaste e incluso deterioro de la parte posterior interna del zapato; también denominada denominado contrafuerte. Este deterioro se debe a que el hueso es prominente y roza contra el zapato y es capaz de romperlo.
Los pacientes suelen describir:
⚕️ dolor punzante en la zona superior del talón. El roce del zapato contra el talón obligando en muchas ocasiones a calzarse con chanclas o calzado abierto.
⚕️ molestias al iniciar la marcha después de un periodo de reposo,
⚕️ dolor irradiado hacia el tendón,
⚕️ aumento del dolor al correr o subir escaleras,
⚕️ inflamación visible o “bulto” molesto,
⚕️ sensibilidad a la presión del calzado.
Además, es frecuente la presencia simultánea de:
✔️ Bursitis retrocalcánea. Inflamación de la bolsa situada entre el calcáneo y el tendón. Produce dolor profundo y sensación de hinchazón.
✔️ Bursitis subcutánea. Inflamación superficial, más dolorosa con el roce externo.
✔️ Tendinopatía aquílea insercional. El tendón presenta engrosamiento y cambios degenerativos cerca de su inserción en el calcáneo.
✔️ Engrosamiento de tejidos blandos. La fricción repetida induce inflamación crónica y fibrosis.
🎯 La combinación de estas manifestaciones hace que el paciente experimente dolor tanto en el apoyo como en el uso de calzado cerrado, algo especialmente limitante para trabajadores que pasan muchas horas de pie y deportistas que entrenan diariamente.
🏃➡️ Es una lesión frecuente entre los corredores y puede llegar a ser muy incapacitante.
Con el paso del tiempo se pueden producir calcificaciones en el hueso del calcáneo y tendón de Aquiles, aumentando el dolor e incapacidad funcional, ocasionando incluso cojera.
Diagnóstico del síndrome de Haglund.
El diagnóstico de la enfermedad de Haglund se basa en la exploración manual y visual del paciente, pero también es importante realizar un estudio de la pisada para observar cómo puede afectar a la pisada a la lesión.
Las pruebas de diagnóstico incluyen:
🔍 Inspección
→ El especialista busca la presencia de una prominencia posterosuperior del talón, signos de inflamación, rozaduras o cambios en la piel.
→ En la exploración manual, podremos cuantificar la retracción de los gemelos y tendones que pueden estar favoreciendo la lesión.
😷 Palpación focal
Permite localizar el punto doloroso exacto y diferenciar entre dolor tendinoso, dolor bursítico o dolor óseo.
🦶 Pruebas funcionales
→ Test de flexo-extensión del tobillo para valorar el deslizamiento del tendón.
→ Test de puntillas para evaluar la respuesta del tendón de Aquiles.
→ Pruebas de compresión del calzado para reproducir la molestia.
Esta exploración inicial permite orientar el diagnóstico, pero es la imagen la que proporciona el detalle necesario para valorar la lesión con precisión.
☢️ Pruebas de imágen
Las pruebas de imagen son importantes para cuantificar la magnitud de la lesión, en la radiografía se podrá observar el crecimiento exagerado del hueso.
🔹 En las radiografías se podrá observar el crecimiento exagerado del hueso incluso calcificaciones en el tendón de Aquiles.
🔹La ecografía y resonancia magnética son útiles para valorar la tendinitis aquilea y bursitis. La ecografía es superior debido a que es más barata y podemos hacer un estudio del talón sano y comparar con el talón lesionado
🔹 También podremos hace un estudio dinámico y analizar cómo se comporta el pico de hueso respecto al tendón de Aquiles y si este puede estar lesionando el tendón, pudiendo llegar a provocar una rotura parcial del mismo.
Ecografía musculoesquelética: la herramienta clave en el diagnóstico preciso.
En la práctica clínica actual, la ecografía musculoesquelética constituye la prueba de elección para el diagnóstico de la deformidad de Haglund y sus patologías asociadas.
El uso de ecografía de alta resolución en mi unidad me permite:
*️⃣ Visualizar la prominencia ósea. La ecografía permite medir con exactitud la relación entre el tendón y el saliente calcáneo.
*️⃣ Evaluar el estado del tendón de Aquiles. Es posible identificar engrosamientos, fibrilación, degeneración, microcalcificaciones y zonas de tendinopatía insercional.
*️⃣ Diagnosticar bursitis retrocalcánea. La ecografía detecta líquido, engrosamiento de la membrana sinovial y signos inflamatorios intensos.
*️⃣ Analizar el movimiento dinámico del tendón. A diferencia de la resonancia, la ecografía permite comprobar en tiempo real cómo el tendón roza sobre la prominencia durante el movimiento.
*️⃣ Guiar infiltraciones y tratamientos regenerativos. La precisión ecográfica es fundamental para depositar fármacos o preparados biológicos en el punto exacto de la lesión.
La resonancia magnética también puede aportar información complementaria, especialmente en casos en los que se sospecha una tendinopatía compleja, lesiones asociadas o cuando es necesario planificar una cirugía.
Vídeo del síndrome de Haglund.
Diagnóstico diferencial.
No todo dolor en la parte posterior del talón es una deformidad de Haglund. Existen otras patologías que pueden generar síntomas similares, como:
🧩 Tendinopatía aquílea no insercional
🧩 Roturas parciales del tendón de Aquiles
🧩 Bursitis aislada sin prominencia ósea
🧩 Enfermedades inflamatorias (artritis reumatoide, espondiloartritis)
🧩 Retrocalcaneitis
🧩 Espolón posterosuperior atípico
🧩 Lesiones del nervio sural
🧩 Quistes o litiasis calcáneas
Una correcta diferenciación evita tratamientos ineficaces y permite abordar la causa real del dolor.
Qué ocurre si no se trata la deformidad de Haglund.
Cuando la lesión no se trata adecuadamente, la fricción persistente entre el calcáneo y el tendón puede provocar:
💠tendinopatías crónicas,
💠 bursitis de repetición,
💠 engrosamiento severo del tendón,
💠 microcalcificaciones,
💠 deterioro progresivo de la inserción,
💠 limitación funcional importante,
💠 incapacidad para usar calzado normal.
🫸 En casos avanzados, la patología puede influir incluso en la biomecánica de la marcha, generando compensaciones que afectan a rodilla, cadera e incluso región lumbar.
❓ FAQ’s Deformidad de Haglund.
¿Qué es exactamente la enfermedad de Haglund?
La enfermedad de Haglund es una prominencia ósea anómala en la parte posterosuperior del calcáneo, que puede provocar conflicto mecánico con el tendón de Aquiles y las bursas retrocalcáneas, generando dolor e inflamación en el talón.
¿La enfermedad de Haglund es una patología congénita o adquirida?
Puede tener componente congénito, relacionado con la morfología del calcáneo, pero suele manifestarse de forma progresiva por factores mecánicos, sobrecarga funcional y uso continuado de calzado inadecuado.
¿Por qué aparece la deformidad de Haglund?
Su aparición se asocia a una combinación de factores:
🦴 Morfología ósea del calcáneo
👟 Roce repetido con el contrafuerte del calzado
🏃 Sobrecarga funcional del tendón de Aquiles
📐 Alteraciones biomecánicas del pie y tobillo
¿Es una enfermedad frecuente?
No es rara, especialmente en:
- Deportistas
- Personas con actividad laboral prolongada de pie
- Pacientes con alteraciones biomecánicas del retropié
- Puede afectar tanto a adultos jóvenes activos como a pacientes de mayor edad.
¿A qué edad suele aparecer la enfermedad de Haglund?
Suele diagnosticarse con mayor frecuencia entre los 30 y 60 años, aunque puede aparecer antes en personas deportistas o con factores biomecánicos predisponentes.
¿Es más frecuente en hombres o en mujeres?
Puede afectar a ambos sexos, aunque algunos estudios describen ligera mayor incidencia en mujeres, posiblemente relacionada con el tipo de calzado y el uso prolongado de zapatos con contrafuerte rígido.
¿Qué síntomas produce la enfermedad de Haglund?
Los síntomas más habituales incluyen:
🔴 Dolor en la parte posterior del talón
🟠 Bulto óseo visible o palpable
🔥 Inflamación local y enrojecimiento
👟 Molestias con el calzado cerrado
🚶 Dolor al caminar o tras la actividad física
¿Puede aparecer en ambos pies?
Sí. La enfermedad de Haglund puede ser bilateral, aunque es frecuente que un pie presente síntomas más intensos que el otro.
¿La enfermedad de Haglund siempre produce dolor?
No siempre. Algunas personas presentan la prominencia ósea sin síntomas, detectándose de forma incidental en estudios de imagen. El dolor aparece cuando existe conflicto mecánico e inflamación asociada.
¿Se considera una enfermedad rara?
No. Es una patología bien conocida en podología y cirugía de pie y tobillo, aunque con frecuencia infradiagnosticada o confundida con otros procesos del Aquiles.
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