Recuperación del Síndrome del Túnel del Tarso Bilateral.

Mi nombre es Carla Álvarez, y dejo el testimonio de mi caso para reconocer el gran trabajo de la Clínica AVANFI, y en especial el del Dr. Álvaro Iborra, y porque creo que puede ayudar a otras personas que se encuentren en la misma situación.

Mis problemas comenzaron en el verano de 2021, cuando empecé a notar un dolor en los pies practicando pilates, seguido de un hormigueo bastante desagradable al caminar, así como al nadar, aún bajando la intensidad. Esto provocó que limitara cada vez más mis movimientos, caminando cada vez menos.

Acudí a diferentes especialistas hasta marzo de 2022, ya que nunca remitió la molestia (fisios, traumatólogos, podólogos, neurocirujanos, reumatólogos y especialistas en angiología y cirugía vascular). Tras no tener un diagnóstico claro pero confirmar que no tenía nada grave, realicé varias sesiones de fisioterapia, y cuando pensé que podía seguir con mi vida normal, en mayo del mismo año retomé una de mis aficiones, el senderismo.

Fue entonces cuando sufrí un dolor muy fuerte en la cara interna del pie derecho que me impidió seguir avanzando. Después el dolor se produjo en el pie izquierdo, aunque con menor intensidad, y me tuvieron que trasladar en silla de ruedas.

Entonces empezó de nuevo mi periplo por los diferentes especialistas, y tras realizarme nuevas pruebas de ambos tobillos, pies y lumbares, la sorpresa fue que ninguno de ellos tenía un diagnóstico que justificara mi dolor, ya que no aparecía nada determinante en dichas pruebas. Sin embargo, coincidieron en que se trataba de un “dolor neuropático”, y que debía medicarme para soportar el dolor. Así, con medicación, y tras varios tratamientos fallidos durante meses, apenas podía apoyar los pies en el suelo por el dolor, además de sufrir otras molestias alrededor de los pies al intentar caminar, como una sensación de pisar sobre “agua”, e incluso de que se me clavaba algo punzante, como “agujas”.

En medio de mi desesperación me puse a investigar sobre mi sintomatología, ya que algo me decía que lo que tenía le tendría que haber pasado a más personas, hasta que di con Dr. Álvaro Iborra, contactándole en octubre de 2022, el cual me confirmó el diagnóstico muy rápido, “Síndrome del túnel del tarso bilateral”. Mis nervios estaban muy dañados y no había garantías de su recuperación, pero me dio una posible solución. Solución la cual me costó aceptar, ya que pasaba por operarme ambos pies, además de acompañar el tratamiento con la medicación correspondiente. Al ser una persona que nunca había pasado por un quirófano me costó tomar la decisión, pero la franqueza con la que me habló y su cercanía hicieron que confiara plenamente en él.

Una vez decidida, me operé ambos pies al mes siguiente, con él y el Dr. Manuel Villanueva, y aunque la operación salió bien, un año después las pruebas confirmaron que persistía la neuropatía del nervio tibial bilateral, manteniendo aún cierto dolor al caminar. En ese entonces, el Dr. Álvaro Iborra me propuso un tratamiento con infiltraciones de plasma rico en factores de crecimiento, para intentar estimular la regeneración de los nervios, el cual no me pensé. Me dio una confianza absoluta de que haría lo que estuviera en su mano para ayudarme. A los pocos meses empecé a mejorar, y en la última revisión en junio de 2024, ocurrió un milagro, mis nervios daban “parámetros dentro de la normalidad”. No me lo creía. Fue un día muy emocionante.

Actualmente, después de un año y 9 meses puedo decir que hago mi vida con normalidad, y estoy retomando mis prácticas deportivas poco a poco, pudiendo hacer ya mis ejercicios de pilates de pie, nadar, y caminar hasta 4 y 6 kilómetros sin problema. Siento que he vuelto a nacer, y ¡ESTOY FELIZ!

Le doy las gracias a todo el equipo de AVANFI por su gran profesionalidad, su cercanía, y sus ánimos en todo momento. Y gracias Álvaro por ser como eres, por animarme, por no tirar nunca la toalla, por estar siempre ahí, y principalmente, por ¡DEVOLVERME LA VIDA!

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